Metas Para El Nuevo Año




V. H. Salazar
Presidente NCG
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¿Considera Audaces Sus Metas Para 

El Nuevo Año?


Si ha aceptado los conceptos expuestos en nuestras ediciones anteriores sobre el irracional temor al fracaso seguramente las metas que se fije para 2.013 serán más ambiciosas y acordes con sus deseos de progreso. Siempre teniendo en cuenta que deben estar  bien estructuradas, bien planeadas. He aquí algunos tips que le ayudarán a planear mejor sus metas:

Haga un inventario

Un listado escrito de todos los objetivos que  en algún momento pensó en alcanzar y que por alguna razón  no logro o dejó de lado de lado. Escriba todo lo que se le venga a la mente sin detenerse a evaluar o juzgar de alguna manera lo que anote.

Establezca un orden de prioridades.

Ahora sí, evalúe juiciosamente la importancia que cada objetivo tiene para el logro de su meta general. Inicialmente, establezca un orden numérico en el que los incluya todos según la importancia que le conceda a cada uno de ellos. Luego, destaque con la letra A las que les parezcan vitales, con la letra B las que le parezcan importantes, con la letra C las menos importantes y con la letra D las que considere triviales.

Organice un cronograma


Empiece eliminando aquello que considero trivial. Elimínelos no sólo de su lista sino de su pensamiento y sentimientos, pues se convierten en distractores que dificultan el desarrollo de su listado.

Posteriormente, establezca para cada asunto una fecha de realización, de comienzo y finalización. Pueden coincidir dentro de los plazos establecidos varios asuntos, pero no congestione demasiado su agenda.

Con base en lo anterior, puede establecer un cronograma que le señale día a día su ruta de actividades a desarrollar. Dibújelas en un gráfico que pueda visualizar y recordar permanentemente. Esta es la forma de hacer seguimiento y evaluar su progreso.

Primero lo primero

Le preguntaron a un millonario que era lo primero que se debía hacer para convertirse en millonario y él contesto: decídase a serlo. Porque mucha gente sueña con ser millonario, pero solo los que se deciden a serlo alcanzan su sueño.

Para realizar sus metas, lo primero que debe hacer es decidirse a hacerlo. Esto significa un compromiso profundo consigo mismo de hacer TODO lo que sea necesario para alcanzarlo. Si transcurrido el tiempo establecido por usted no ha logrado sus metas, significa que su compromiso no fue suficiente.

Tenga esto muy presente: La disposición a hacerlo, crea la habilidad para hacerlo. Significa que usted puede desarrollar las capacidades necesarias para cumplir sus metas, si está realmente decidido y dispuesto para ello.

Un claro propósito

Antes de programar una meta, usted tiene que tener muy claro lo que esto significa. Debe asegurarse que contará con los recursos necesarios y que conoce todas las implicaciones que su proyecto encierra y más aún que es algo que le gusta y le satisface hacer. Esto es necesario para que usted pueda celebrar consigo mismo ese compromiso inquebrantable ante el desafío que se plantea con su meta.

Y...recuerde que el fracaso no existe


Es probable que usted cometa errores, que tenga traspiés, que por momentos parezca imposible sacar su proyecto adelante, pero si persevera en su empeño, si capitaliza todas las enseñanzas que esto le deja, si mantiene viva su fe y su esperanza y lucha con coraje, se dará cuenta que siempre estará ganando que el resultado final será positivo para usted.

¿Tiene Miedo del Futuro?




V. H. Salazar
Presidente NCG
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¿Tiene Miedo del Futuro?


Actualmente los profetas del desastre están en su furor. Tanto por la crisis europea y el estado de la economía de los EE.UU. como por el auge de las profecías mayas pregonando nada menos que el fin del mundo, han encontrado un terreno abonado en las mentes sugestionables y temerosas que ven un oscuro panorama en sus vidas, sus negocios y economías.

Quienes optamos por una visión más optimista del futuro, nos alegramos con informes tales como el de que la producción mundial de alimentos se ha triplicado en los últimos 50 años, que países con economías de miseria como Singapur han pasado a las filas de las naciones desarrolladas, o los asolados por guerras devastadoras como Vietnam han surgido con ímpetu en el comercio mundial o que Brasil y China se perfilan como las mayores economías dominantes.

En nuestro entorno, vemos como la economía continúa creciendo a buen ritmo y los inversionistas internacionales siguen siendo atraídos por las oportunidades que encuentran en el país. Horst Paulmann, presidente del emporio chileno que compró Carrefour en Colombia, dice “Todo el mundo sueña con Colombia” y pronostica que la nuestra será la segunda economía en Latinoamérica, superando países considerados ricos hasta hace poco, como Argentina y otras mayores como México.

“Hay que aprovechar la oportunidad” dicen estos inversionistas internacionales. Y nosotros? ¿Seguiremos viendo el vaso medio vacío? Seguiremos temerosos del futuro, protegiéndonos de desastres imaginarios y permitiendo que ese poder nos paralice?

Padecemos de un irracional temor al fracaso inexistente. No queremos asumir riesgos calculados. Nos falta la audacia de los triunfadores, de quienes aún en épocas dificiles se convirtieron en millonarios y crearon gigantescos negocios. Robert Kiyosaky, autor del “best seller” Padre rico, Padre pobre, dice que en los años corrientes muchas personas se convertirán en millonarios, más que en ninguna otra época en la historia. Pero no serán aquellos que necesitan que todos los semáforos se pongan en verde para dar el primer paso.

(continua en el próximo número)

Elimine el temor de fracasar



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Elimine el temor de fracasar


Decíamos en el número anterior que el temor al fracaso es un temor  irracional. Obedece más a paradigmas que hemos asimilado a lo largo de nuestras vidas, tanto por enseñanzas bien intencionadas pero erróneas, como por la observación de experiencias traumáticas.

Pero, Existe Realmente el Fracaso?


Sabemos que importantes personajes que han hecho historia no creyeron en la idea del fracaso. De Thomas A. Edison se cuenta que antes de su gran invento de la bombilla incandescente, realizó miles de experimentos que a los ojos de sus contemporáneos significaban repetidos fracasos. Edison, que nunca aceptó esos juicios, comentaba que estaba acumulando conocimientos sobre como no se podía fabricar esa bombilla.

Pienso que en esto reside el gran valor de las equivocaciones: en poder capitalizar las enseñanzas que dejan para no volver a cometerlas en los nuevos intentos que realicemos en busca de nuestras metas.

Mantener Altas Nuestras Aspiraciones


El valor de la perseverancia es intangible. Solo a través de la experiencia alcanzamos el verdadero conocimiento. Si bien es cierto que no podemos ver el futuro y que resulta inevitable cometer algunas equivocaciones, debemos mantener el coraje para perseguir nuestras metas.

Suele decirse que somos los críticos más despiadados de nuestro propio desempeño. Nos reprochamos permanentemente nuestros errores y olvidamos prontamente los aciertos que tenemos diariamente.

Este Ejercicio Aumentará su Autoconfianza


Haga una relación muy minuciosa y completa de todo lo que considere un acierto, un éxito, un logro,un triunfo. Incluya sus cualidades, sus habilidades, sus conocimientos, sus títulos, sus valores.No sea modesto, no es el momento para la humildad, vaya incrementando su orgullo propio en la medida en que avanza en su lista. No se conforme con poco. Usted puede llenar páginas y páginas con esta relación.

Repase su vida desde su época de estudiante, como deportista, socialmente, en su familia, su comunidad; como trabajador, como profesional, como emprendedor. Relacione las innovaciones, los cambios las valiosas ideas aportadas en los cargos que ha desempeñado. Y especialmente, aquellas ideas que en un momento consideró brillantes, pero que no se ha atrevido a poner en práctica.

Repase esta lista con frecuencia, especialmente cuando sienta que le faltan ánimos para seguir adelante. Léala en voz alta, frente al espejo, compártala con familiares y amigos asumiendo cada vez más su  valor hasta que la asimile como parte integral de su forma de pensar. Notará que su autoestima crece y crece. Y una gran autoestima es el mejor antídoto para disipar los falsos temores, las ideas limitantes.

Nota: Le recomendamos la lectura frecuente del DECÁLOGO DEL ÉXITO  como parte de este ejercicio. Si aún no lo tiene, solicítelo mediante este vínculo.